La Rodas limpió una primer sede en 1480, antes de caer a las manos de los Turcos de Soliman el Espléndido en 1522.
Soliman lo Espléndido asedia Rodas con 200.000 hombres. A pesar de una resistencia heroica de seis meses, la ciudad cae a las manos del Otomanos. Soliman, respetuoso del valor de sus enemigos, les concede la vida segura.
Los Otomanos convierten las numerosas iglesias de Rodas en mezquitas por la adición de alminares y cúpulas. Construyen poco pero no demolen nada no; pero, para hacer olvidar el recuerdo de los Caballeros, pasan las defensas y sus blasones a la cal. Los Griegos estarán prohibidos de residencia en la ciudad, y se castiga su presencia entre dormir y salida del sol de muerte. Sólo tolera a los judíos.
La soberanía otomana finalizará con el imperio otomano, en 1912; Rodas pasará entonces bajo el control de Italia.
Al tiempo otomano Rodas formaba, con algunas islas vecinas, una sanjak del vilayato turco de Djezaïri-bahri-Séfid (islas del mar Blanco).
El gobernador del vilayato, que era cristiano, residía en Rodas, a veces también a Quíos.