Es en las alturas de la ciudad desde donde se puede acceder desde la zona Izaña se encuentra el volcán de Fasnia, que entró en erupción en 1705. Tres edificios volcánicos están alineados a lo largo de una fractura que va de noreste a suroeste, con una amplia variedad de formas y tamaños.
En la costa, los acantilados de La Hondura no sólo se destaca por la singularidad de su vegetación tolerante a la sal, sino también porque es un área donde se refugió y donde muchas aves marinas que anidan, migratorias y sedentaria.
El área de Los Roques es también interesante. El barranco de Erques, situado en la frontera con el municipio de Güímar, es otra área protegida de gran valor natural.