Faliraki es un antiguo pueblo de pescador que se ha convertido en una ciudad costera al desarrollo turístico extraordinario.
Las playas bien se arreglan y poseen el equipamiento necesario para los deportes náuticos.
Su playa de arena final es una del la más extensa de la isla, y más equipada de la isla, ofreciendo todas las distracciones posibles de las vacaciones, del salto a la goma al tiro al arco, pasando por una gran variedad de deportes náuticos.
Se encuentran almacenes de recuerdos, cafés, pero sobre todo de los bares y cojos de noche. Su vida nocturna es muy intensa.
Muy a de la parte de se encuentra la bahía Anthony Quinn. La bahía lleva el nombre del protagonista que se ilustró en la película “los cañones de Navarone”, vuelto en Rodas, cerca de Lindos.
Se sitúa a 3 km de la playa de Faliraki y a 15 km de la ciudad de Rodas. Una taberna a pescados permite restaurarse.
A proximidad, coronando orgullosamente una montaña son se reduce casi a pique en el mar, se encuentran las ruinas del castillo de Erimokastro (“castillo desértico”), ciudadela cyclopéenne a gran aparato poligonal, del cual no subsiste más que la entrada y una parte de las fortificaciones.
Faliraki (Φαληράκι) se encuentra a la extremidad meridional bahía de Kalithéa, sobre la parte noreste de Rodas, en aproximadamente 14 km de la ciudad de Rodas y alrededor a 10 km del aeropuerto.
A lo largo de los años, Faliraki se convirtió en la cita de los turistas británicos. En las publicidades del paseo marítimo, la cerveza importada pasa a mares. No sin causar graves desbordamientos (trifulcas, violaciones, muertas accidentales) y la ira de la prensa ateniense que acusa al touroperador inglés organizar aquí cada año el éxodo de los “ultras de Manchester”. El comportamiento de los soiffards de Su Graciosa Majestad hasta condujo a Scotland Yard a enviar in situ treinta de sus agentes dirigidos por el inspector Rodhes (!) con el fin de ayudar a la policía local.