Un largo llano, costado de líneas dorsales, ocupa el centro de la península de Pelješac. Establecida de vides y olivares, se trabajó pacientemente la tierra, muy pedregosa, y las piedras sirvieron para construir kilómetros de pequeñas tapias. Las vides se establecen sobre terrenos muy inclinados.
Las mejores vendimias proceden de las tierras de Dingač o Postup. Si son los Romanos que sistematizaron la explotación, los Griegos importaron la vid a Pelješac. Un túnel cavado por los viticultores permite acceder a las vides a partir del pueblo, en vez de que suban en la cumbre de la montaña para volver a bajar.